viernes, 27 de noviembre de 2009

A day with the Boys

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Late 60's Avant-Garde Cinema.

Un cortometraje plásticamente fascinante. La mezcla de texturas y de materiales, los colores, las formas, el movimiento, las tomas en slow motion, los freeze frames, el montaje, todo está perfectamente bien cuidado. En realidad creo que me cuesta trabajo analizar este film, porque siempre he creído que el cine experimental está hecho para dejarse llevar por las imágenes y los sonidos, por lo abstracto de las formas y dejándo de lado la narrativa, que a pesar de que en este caso es bastante clara, creo que no es lo importante a notar, ya que igual podrían estar contando la historia de unos niños que venden chocolates y la sensación sería bastante parecida, pues la forma le quita importancia al contenido y por esta misma razón uno no se ve impactado con lo que el cortometraje en realidad está exponiendo en pantalla. Es complicado intentar poner en palabras lo que un cortometraje de este tipo es capaz de hacer que uno sienta y experimente, pues siempre queda la sensación de que al reducirlo a palabras, se está perdiendo toda la fuerza que en un momento fue lo que fascinó. En realidad tiene más que ver con que uno como espectador no termina de entender que fue lo que vió, lo que escuchó, lo que sintió y esto complica aún más el intentar ponerlo en palabras. Vaya, mi punto es que el cine experimental no se puede reducir a palabras precisamente porque la narrativa es lo menos importante y es justo la narrativa lo que tiende a no perder cuando se plática, pues desde un principio fue pensada como palabras. Lo plástico por otro lado, siempre fue imaginado como plástico. Así que vale más que cada quien lo mire y cada quien experimente las distintas sensaciones que el corto desencadena.

Otro punto por el cual me cuesta trabajo analizarlo tiene que ver con que mi conocimiento sobre cine experimental es bastante reducido, y a pesar de que últimamente he estado viendo varias cosas del mismo, todavía no me siento segura en ese campo. El valor del cine experimental depende en gran medida de lo que experimenta. Este cortometraje fue realizado en los sesentas, pero yo no podría asegurar que lo que muestra en pantalla sea nuevo, pues por lo poco que he visto, el cine experimental proyectaba cosas impensables desde principios del siglo XX. Por eso, en lugar de asegurar que su trabajo experimental es interesante, me limito a afirmar que disfruté mucho viéndolo.


Clu Gullager (pequeña bio)

Clu Gulager (William Martin Gulager) was born November 16, 1928 in Holdenville, Oklahoma, the son of John Gulager, a cowboy entertainer. As a child he got his nickname from his father for the clu-clu birds who were nesting at the Gulager home at the time Clu was born. He grew up an only child on his alcoholic uncle's farm near Tahlequah, Oklahoma

Clu is part Cherokee in blood. His first cousin was Will Rogers (Actor)

As he grew up Clu served in the United States Marine Corps & was stationed at Camp Pendleton from 1946 to 1948. Married to actress Miriam Byrd-Nethery, they had two sons - John Gulager (Film Director), born in 1958 and Tom Gulager, born in 1965. After the Marines he started out as an actor at the age of 19. He learned his skills at an experimental theatre in Paris under the guidance of actor Jean-Louis Barrault. He then signed up with Universal as a contract player.

Gulager played Billy the Kid in the 1960 NBC television series The Tall Men opposite Barry Sullivan as Pat Garrett, and played "Emmett Ryker" from 1964 to 1968 on another NBC series The Virginian starring James Drury, along with more than sixty other roles in film and television. He starred in the 1964 version of The Killers.

Over the years to follow Clu became a big star for his roles in horror movies such as The Return of the Living Dead, The Hidden and The Offspring etc.


Un poco sobre el avant-garde:

Avant-garde film makers want to experiment with new ideas, forms, techniques, and expressions--and are often said to be "ahead of their times." Avant-garde films are characterized by a high degree of experimentation--whether it be in manipulation in narrative materials, in highly stylized visual representation, or in radical departures from the norms or conventions current at the time, avant-garde film is always a vehicle for the filmmaker’s expression.

Often, avant-garde films focus on the lyrical, the abstract, formal beauty for its own sake—and therefore may avoid conventions of narrative. As such, you might call them cinematic or painterly "poems." Abstract film has also been called "absolute" film.

Avant-garde films are often iconoclastic, mocking conventional morality and traditional values; the filmmaker's intense interest in eccentricities and extremes may shock for the viewers. Indeed, the avant-garde film maker’s purpose may be to wake or shake up the audience from the stupor of ordinary consciousness or the doldrums of conventional perspective. Such highly expressive and uncoventional films may become cult classics--and acquire the description, avant garde, as a result.

'Bombhead' by Bruce Conner (1989)


FUENTES:

  • Clu Gulager Fansite. clugulager.com
  • Avant-Garde (Experimental) Films. http://www.miracosta.cc.ca.us/home/gfloren/F-avant.htm

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